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Adelante con valor

NUESTRA HISTORIA

Han pasado más de 125 años desde que el párroco de San Pedro, el Presbítero Don José de la Cruz Aravena Moraga, pide a las Religiosas de la Inmaculada la creación de un recinto educacional para las jóvenes Cauqueninas. 123 años de historia, de pertenencia  a una comunidad.

El 19 de marzo de 1899, en dependencias de la casa habitación del señor cura Párroco José de la Cruz, se dictan las primeras clases a diez alumnas, bajo la dirección de la superiora local, Sor Remigia, y la colaboración de tres religiosas. Comenzando de esa manera la historia de esta honorable institución que se ha impuesto y consagrado como una de las mejores opciones educacionales de la Provincia, obteniendo excelentes resultados.

1939 es un año trágico para la Institución de la Inmaculada Concepción, debido a un gran terremoto, resulta destruido el primer edificio de la institución. 

Tras la construcción del que sería el nuevo edificio, se acrecienta el número de alumnas, el cual va en aumento constantemente, contando con internado para las señoritas que no vivían en la ciudad.

Durante el periodo posterior, el establecimiento sufre una crisis económica, pero la ayuda y persistencia de los apoderados y la comunidad de la ciudad, permiten que este se mantenga en funcionamiento.

En el año 1983 el establecimiento integra la Enseñanza Media y con ello permite la incorporación de varones en sus aulas, dejando de ser exclusivamente para señoritas y transformándose en mixto. 

Tras distintas crisis económicas, el establecimiento cambia su financiamiento de particular a subvencionado en 1993, acrecentando el número de alumnos a la institución.

En febrero del 2010, tras un devastador sismo, el edificio construido en los años 40 es seriamente dañado y con este la hermosa capilla existente, los cuales deben ser demolidos.

Ante las dificultades administrativas internas de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción, se ven en la obligación de cesar su labor educativa en esta centenaria institución y se optó por traspasar el colegio al Obispado de Linares. 

Continuando con el gran legado entregado por las Religiosas de la Inmaculada Concepción, el establecimiento, bajo la nueva administración, ha continuado por la senda del éxito académico y formativo, escribiendo diariamente  nuevos párrafos en el aporte a la historia de nuestra comunidad cauquenina.5